miércoles, 3 de octubre de 2018

Fiesta Nacionales (Feria de Simoca)

Esta fiesta, que dura cuatro días en julio y es esencialmente una fiesta folclórica, rinde tributo a la vida tradicional de Simoca y a la feria artesanal y gastronómica que a lo largo del mismo mes se lleva a cabo en esta ciudad tucumana. 
Se trata de dos eventos estrechamente emparentados y que se desarrollan en paralelo en un mismo tiempo y espacio: los fines de semana de julio en el predio ferial de la localidad cabecera del departamento de Simoca, en el sur de la provincia de Tucumán. Por un lado, la Feria de Simoca, que consta de un paseo de cuatrocientos metros a lo largo de los cuales se ubican setenta puestos de comidas regionales, de artesanos locales y de una amplia variedad de productos; y por el otro, la Fiesta Nacional de la feria, que por la noche convoca a vecinos y turistas a reunirse en torno a las grandes figuras del canto, la danza y la música popular, como Soledad, entre otros artistas, para disfrutar de espectáculos de primer nivel. 
Durante la feria sabatina –costumbre que nuestros antepasados practicaron a lo largo de los siglos– se comparten los platos típicos de la región, preparados a la vista del público en fogones y parrillas, y se exhiben toda clase de mercaderías: desde artículos de bazar, bicicletas y vestimenta tradicional y moderna hasta artefactos electrónicos, verduras y artesanías; desde cerdos y cabritas hasta artículos de almacén y librería. 
Simoca, cuna de la feria y de la fiesta, fue fundada oficialmente el 24 de setiembre de 1859, cuando se inauguró dentro del perímetro actual de la ciudad la iglesia consagrada a Nuestra Señora de las Mercedes. No obstante, los documentos históricos aluden a Simoca desde mediados del siglo XVII. Un informe del año 1697, firmado por el cura de Chicligasta –la iglesia más antigua del este tucumano–, describe a Simoca como una zona poblada por una vasta cantidad de indígenas que tenían por iglesia un ramadón (rancho) con la imagen de San Juan. De aquella época data también la realización de la feria sabatina, que nació como un punto de encuentro y de trueque entre los lugareños y los viajeros frecuentes o circunstanciales. 
La toponimia nos cuenta que el término Simoca tiene sus raíces en el quechua ("shim mu kay") y significa Lugar de Paz y Silencio o Lugar de Gente Tranquila y Silenciosa. Los pueblos originarios que habitaban la región y zonas aledañas eran los conocidos como Diaguitas, Lules y Vilelas. 
La Fiesta Nacional de la Feria de Simoca, que va por su trigésima cuarta edición, es una cita tradicional y eminentemente folclórica que fue creciendo en audiencia a lo largo de los años hasta llegar a reunir alrededor de 60 mil asistentes. Además de la presencia de vecinos, turistas y autoridades locales, cuenta con la participación de delegaciones de países hermanos. 
  

0 comentarios:

Publicar un comentario